Tener una relación difícil con el propio peso es algo muy habitual. Y la enorme mayoría de las personas acostumbra a supervisar de alguna forma la cantidad en la báscula. Lo general es hacerlo algunas veces, como medida de control, para saber exactamente en qué punto te hallas y tomarlo como referencia. Mas cuando esta costumbre se vuelve adictiva, se transforma en una necesidad. Hasta el punto de volverse una conducta obsesiva, puede tomarse como una señal de que algo no marcha bien.
Una obsesión por definición es una cosa que se instala en la psique. Que se sostiene de forma repetitiva todavía cuando no es la voluntad propia y que no se puede refrenar con sencillez. Cuando algo se transforma en una obsesión, puede convertirse en algo peligrosísimo, asimismo tratándose de algo relacionado con la talla. ¿Deseas saber si estás ofuscada con tu peso?
Cómo saber si estás ofuscada con tu peso
Las señales están ahí, comienzan como algo rutinario y se convierten en una incesante en tu vida. Así sea por el hecho de que deseas bajar de peso, acrecentarlo o bien mantener una cantidad y que no se mueva en ningún sentido, si reconoces alguna de estas señales en tu comportamiento posiblemente estés ofuscada con tu peso.
- Te pesas constantemente: Conforme los especialistas en alimentación, lo aconsejable es pesarse una sola vez por semana por el hecho de que el peso oscila continuamente durante el día. Esto quiere decir que si te pesas día tras día e inclusive, lo haces múltiples veces para revisar si va mudando, es más que evidente que estás ofuscada con tu peso. Esto es peligrosísimo por el hecho de que en un mismo día, el peso puede variar mucho y tu obsesión puede transformarse en un trastorno de nutrición.
- Tienes una lista de comestibles prohibidos: Sabes que hay comestibles que favorecen el incremento de peso, que no te sientan bien o bien que hacen que tu cuerpo cambie. Eso está bien, por el hecho de que no es más que una forma de suprimir todo lo que no te sienta bien. Mas si comienzas con una lista de entre cinco o bien diez comestibles prohibidos y poquito a poco empiezas a llenarla de cosas nuevas, llegará un instante en el que vas a tener más prohibidos que permitidos.
- Cuentas las calorías: De cierta forma, contar las calorías es una forma de llevar un control de lo que se consume. La cuestión es que las calorías se deben contar para saber si se consumen las suficientes y no si son demasiadas. Esto es, cada persona tiene unas necesidades nutricionales diferentes, si sabes las calorías que precisas y de qué manera conseguirlas con comestibles saludables, es absolutamente adecuado. El inconveniente es que esto se puede regresar obsesivo. Contar cada caloría para no pasarse y poder hacer cálculos mentales, es indudablemente una obsesión que puede conllevar un inconveniente con el peso.
- Piensas que cuanto más delgada seas tu vida va a ser mejor: Este es un fallo muy usual en personas que viven ofuscadas con su peso. Ser delgado no es la solución de ningún inconveniente, salvo que este sea médico y esté controlado por un facultativo. Si piensas que ser una persona delgada te va a hacer ser una persona más feliz, no solo estás ofuscada con tu peso, es que además de esto puede transformarse en un grave trastorno que debe tratarse cuanto antes.
- Tienes una mala relación con el alimento: Si pasas el día pensando en la comida, buscas recetas continuamente y dedicas bastante tiempo a buscar cosas relacionadas con los comestibles, no cabe duda de que tienes una obsesión con tu peso y asimismo con el alimento. Tanto si esta obsesión es por la comida poco saludable, platos muy caloríficos y llenos de grasas, tal y como si es por el alimento healthy. Es un comportamiento peligroso.
En estos tiempos la sociedad está muy mentalizada sobre la relevancia de comer bien, practicar ejercicio y llevar una vida sana. Mas una cosa es ser siendo consciente de que cuidarse y tener buenos hábitos es la mejor forma de tener buena salud. Y otra, transformar algo bueno en un comportamiento obsesivo y apremiante. Supervisar tu peso para estar sana está bien. Mas si se transforma en algo que no te deja vivir, debes empezar a convertir esos hábitos y no permitir que el peso controle tu vida.