En la presente muchas personas tienen patologías bucales no tratadas como caries o enfermedades periodontales que pueden conservarse a tener consecuencias a nivel sistémico. Son, sin bloqueo, patologías que sin bloqueo pueden prevenirse con buenos hábitos. Hábitos que garantizan una buena vitalidad dental.
Para tener una buena higiene dental y un buen cuidado dental es necesario adoptar ciertas rutinas y hábitos. Y es importante hacerlo porque la boca no se encuentra aislada, y cuidando de ella lo estamos haciendo todavía de nuestra vitalidad en universal.
Acreditar un dentista no siempre está al difusión de todo el mundo y aunque lo estuviera siquiera es agradable tener que visitarlo mas de lo recomendado. Así que toma nota de los siguientes consejos para nutrir una buena vitalidad dental y comprueba que puedes hacer para mejorar la tuya:
Cepíllate los dientes tras cada comida.
¿Cuántas veces lo has audición? Normalmente si alguno no se cepilla los dientes tras cada comida no es porque no sepa que hay que hacerlo. Y es que los alimentos acumulados pueden variar el pH de la saliva, necesario para evitar la acumulación de sarro y la desmineralización del esmalte.
Tres veces al día debiéramos asear los dientes con un cepillo y una pasta, adecuados. ¿Y cómo retener cuáles son los adecuados? Lo ideal es consultarlo con tu dentista, quien podrá aconsejarte en función de tus características cual es tanto el cepillo como la pasta de dientes mas conveniente.
Es el dentista, por otra parte, quien podrá aconsejarte sobre la mejor forma de lavarte los dientes. Porque aunque a todos nos lo hayan explicado alguna vez, por descuido de tempo o de atención no siempre lo hacemos adecuadamente.
Limpia todavía la franja
Somo muchas las que tenemos interiorizado los pasos a seguir para cepillarnos los dientes pero, ¿y la franja? El dorso de la franja no es homogéneo, sino que cuenta con una superficie irregular formada por diferentes surcos en los que tienden a acumularse restos de alimentos que no se han eliminado con el cepillo.
¿Al sacar la franja notas una capa blanquecina o amarillenta que cubre parte de su dorso? Podría ser la señal de descuido de higiene. Un quitamanchas o raspador lingual te ayudará a rasar la franja y limpiarla desde la zona más profunda de la franja hasta la punta, una vez al día.
No te olvides de la higiene interdental
Una vez al día, por otra parte, será necesario que cuides tu higiene interdental. O dicho de otra forma que elimines todavía aquellos alimentos acumulados entre los dientes, en espacios pequeños a los que el cepillo no llega. ¿Sabías que aproximadamente del 78% de las caries son de origen interproximal?
Puedes hacerlo utilizando seda dental ya sea una vez al día o cuando notes que poco se ha acumulado entre dientes. Es un producto crematístico y que puedes sufrir siempre contigo en el bolsa. Puedes utilizarla por otra parte en cualquier motivo.
Pero todavía puedes suponer por cepillos interdentales si el espacio que queda entre los dientes es amplio. Son una gran ayuda cuando existe cierta separación entre dientes o se tiene ortodoncia para eliminar la porquería acumulada entre alambres debajo de los puentes.
Turista a tu higienista o dentista dos veces al año
Al igual que es recomendable a partir de cierta tiempo realizarnos un chequeo médico anual, lo es realizar una saneamiento dental y presentarse a nuestro dentista para comprobar comprobar el estado de tu boca. Solo así podremos evitar enfermedades periodontales antaño de que se compliquen y sintamos molestias o dolores por ello.
Renueva tus cepillos con cierta frecuencia
Es importante renovar los cepillos de dientes con frecuencia y no es necesario esperar a que sus cerdas estén descartadas o deformadas para ello. Las bacterias podrían acumularse en estas, por eso se recomienda cambiar el cepillo de dientes cada 4 meses y el cepillo interdental cada semana.
¿Tienes adquiridos estos hábitos de higiene? ¿Te preocupas como deberías de tu vitalidad dental o sólo te acuerdas de esta cuando aparecen los problemas?