Como de año en año, los amantes de la nieve seguro que están ya moviendo hilos para organizar alguna escapada. Esquí, snowboard, raquetas, sendas de senderismo en alta montaña o sencillamente, pasar un par de días en un bonito hotel, las opciones son incontables. Eso sí, en la maleta, al lado de la ropa de abrigo, debemos dejar hueco para llevar un buen neceser cosmético. Pues, por más que nos guste, la nieve no es el mejor aliado de nuestra piel ni de nuestro pelo.
El viento, el frío y la alta exposición a la radiación solar (la nieve refleja los rayos ultravioleta hasta 4 veces más que el agua) pueden hacer de las suyas si no nos resguardamos bien. La sequedad, el picor y la irritación o las rubicundeces son los signos más habituales del efecto de la nieve sobre la piel de la cara, el cuerpo y las manos. Sin olvidar la probabilidad de que aparezcan quemaduras solares. Al tiempo que en el pelo, notaremos en especial la carencia de hidratación y el encrespamiento. ¿Qué tenemos, por lo tanto, que llevar? Fotoprotector y fórmulas nutritivas y emolientes, que hidraten mientras que alivien las posibles molestias. Esta es nuestra selección que, como siempre y en toda circunstancia, combina eficiencia y una buena causa.
Bien fotoprotegidos
El Stick zonas sensibles SPF 50+, de Avène (nueve con veinticinco euros), es conveniente para las zonas sensibles localizadas del semblante, como la nariz, los pómulos etc Por lo tanto es perfecto para atletas y más aún para emplearlo en la nieve. Además de esto, tiene una textura no grasa que deja un acabado transparente en la piel.
Su lado solidario: Avène está comprometida con diferentes proyectos que trabajan por hacer mejor el planeta. Uno de ellos es Pur Projet, que trabaja por la conservación de los océanos, específicamente de los corales de las costas de Indonesia. Mas, además de esto, trabaja de forma activa por la prevención del cáncer de piel como el cuidado de la piel de los pacientes tras someterse a tratamientos oncológicos.
Entre los básicos para escaparse a la nieve no puede faltar un protector labial. Este, de Apivita (cinco con sesenta euros), combina la máxima hidratación de la manteca de cacao con un SPF20, algo asimismo esencial. Contiene asimismo aceite de oliva, cera de abeja, manteca de karité y aceite de ricino. Nos agrada asimismo su textura suave y su sabor neutro (además de esto, no deja indicios blancos en los labios). Por lo tanto, es idóneo para toda la familia.
Su lado solidario: Esta marca de origen heleno coopera con 1% para el Planeta o 1% for the Planet; el movimiento solidario global que apuesta por devolver a la tierra una parte de los recursos que se han usado. Apitiva está en especial preocupado por el cuidado del medioambiente y, específicamente, de las abejas.
Como ya te va a haber quedado claro, la protección solar no es discutible. Y tampoco cuando charlamos de subir a la montaña. Si buscas una textura agradable, mas que hidrate, y que, de paso, sea unisex, te invitamos a Face Fluid SPF50, de Altruist (doce,50 euros). No tiene perfume y está en especial formulada para pieles sensibles.
Su lado solidario: De cada producto vendido por Altruist se donan diez céntimos para asistir a resguardar a las personas con albinismo en África, en especial a los pequeños. Aparte de la cuantía económica, la marca dona de año en año centenares de miles de frascos de sus cremas a fin de que la población se resguarde.
Un extra de hidratación
Aunque no esté tan expuesto a las inclemencias, el pelo asimismo se resiente frente a la nieve y el frío. Se ve más apagado y retorcido y, como es lógico, considerablemente más desecado. Por eso, en tu maleta no puede faltar una mascarilla como Nutriplenish, de Aveda (tienen un formato de viaje, de veinticinco ml, por diez euros). Contiene aceite coco, manteca de mango y aceite de semilla de pomelo.
Su lado solidario: Para Aveda el cuidado de nuestro planeta es la base de su filosofía como empresa. Lo practica con sus envases, la selección de sus ingredientes y la cooperación con diferentes causas relacionadas con el suministro de agua limpia y saneamiento para comunidades de India, Nepal y Madagascar. Asimismo lanza ediciones singulares beneficiosas para la lucha contra el cáncer de mama.
Por mucho que lleves guantes, las manos no se libran de padecer los efectos del frío. Por eso, para repararlas de vuelta a casa o al hotel, te invitamos a una crema en textura ungüento. El Bálsamo de Juventud de Manos, de Clarins (veinticuatro con cincuenta euros), es perfecto. Con una concentración muy alta de manteca de karité y ecológico desde su fórmula hasta su envase, resguarda contra las agresiones ambientales, suaviza, actúa sobre las máculas de la edad, robustece las uñas…
Su lado solidario: Este conjunto producto cosmético lleva grabado en su ADN la palabra solidaridad. Con el medioambiente (colaborando con la reforestación y la protección de la biodiversidad través de proyectos como Pur Projet y Semillas de Belleza), la sociedad (con su implicación en la investigación de las enfermedades reumatoides) y con nuestra piel.
Terminamos con un producto todoterreno de los que no pueden faltar en el neceser. Una fórmula multiusos que se puede emplear en la cara, el cuerpo, los labios e, aun, el pelo y marchan prácticamente de manera inmediata. Se trata de Le Petit Remède, de L’Occitane (doce euros). Elaborado con siempreviva, almendra, lavanda y manteca de karité, este ungüento alimenta, resguarda y calma las pieles frágiles o agredidas.
Su lado solidario: Comercio justo con las cooperativas de mujeres del karité de Burkina Faso. Fuentes de ecorrecargas en sus tiendas. Programas de reciclaje para sus envases utilizados asimismo en sus establecimientos. Cooperación con Unicef en la lucha contra la ceguera infantil… Es bastante difícil resumir en una oración todo el compromiso de L’Occitane por contribuir a un planeta mejor.