Bartolinitis, qué es y de qué forma tratarla

Qué es la Bartolinitis

En el interior de la vagina se encuentran situadas unas glándulas llamadas glándulas de Bartolino. Particularmente entre las paredes vaginales y los labios mayores. Estas glándulas enanas, se encargan de lubricar la vagina por medio de una pequeña cantidad de líquido que segregan cuando se estimulan. Esta lubricación se produce cuando se mantienen relaciones íntimas y es lo que ayuda a que la penetración sea más ligera y satisfactoria.

Las glándulas de Bartolino están conectadas con la vagina a través de un conducto, que va desde el himen hasta los labios menores. En ocasiones, el orificio de salida de esa sustancia lubricante que segregan las glándulas de Bartolino, pueden obstruirse. Lo que hace que se inflamen por la acumulación de líquido que no puede salir, pudiendo incluso llegar a infectarse.

Qué es la Bartolinitis

La Bartolinitis se produce como consecuencia de la obstrucción de las glándulas de Bartolino o glándulas vestibulares mayores. Esta afección afecta generalmente a mujeres, singularmente a jóvenes de entre veinte y treinta años y se estima que 2 de cada 100 mujeres lo sufre en algún momento de su vida. Cuando las glándulas se obstruyen, el líquido se acumula y puede llegar a infectarse.

Bartolinitis, qué es

Imagen: Centro de Atención Integral a la Mujer

Además de inflamación, puede aparecer mal olor producido por la acumulación de la sustancia que naturalmente segregan las glándulas de Bartolino. En la mayoría de los casos se trata de algo poco grave, que puede infectarse o no, pero es esencial controlar otros síntomas que pueden ser una señal de alarma de algo más grave. La Bartolinitis puede confundirse con otro inconveniente, como un género de tumor que se produce en las glándulas de Bartolino. Aunque es algo poquísimo frecuente y habitúa a afectar a mujeres mayores que han pasado la menopausia.

Para tener un diagnostico fiable, el ginecólogo va a tener presente otros síntomas como fiebre, inflamación en los alrededores de la vagina y dolor en el lugar donde se encuentran situadas las glándulas de Bartolino. Si se da el caso en mujeres mayores de cuarenta años, lo más probable es que el ginecólogo solicite otras pruebas para descartar inconvenientes más graves.

Tratamiento para la Bartolinitis

El tratamiento para la Bartolinitis dependerá en gran medida del género de infección y de las características particulares de la propia paciente. En los casos más normales, el médico habitúa a recomendar baños de asiento para que las glándulas se abran solas y el líquido pueda drenarse naturalmente. Estos baños deben durar entre diez y 15 minutos y debes repetirlos unas 3 o 4 veces al día, hasta el instante en que desaparezca la inflamación. Si hay una infección y otras síntomas, probablemente sea preciso un tratamiento a base de antibióticos.

Aunque no es lo más frecuente, puede darse una infección severa que requiera de cirugía para eliminar la obstrucción. Incluso, probablemente el médico determine que lo más conveniente es extraer las glándulas de Bartolino. En cualquier caso, si notas unos pequeños bultos en las paredes de la vagina, te molesta al mantener relaciones íntimas o aprecias mal olor y flujo extraño, asiste velozmente a la consulta de tu ginecólogo.

Medidas de prevención

Prevenir la Bartolinitis

Cualquier medida de prevención es esencial tratándose de salud sexual. Las enfermedades de transmisión sexual como la clamidia o la blenorragia, pueden provocar la infección de las glándulas de Bartolino. Con lo que, utilizar siempre y en toda circunstancia y en toda circunstancia preservativo en tus relaciones sexuales, es la clave para evitar enfermedades que pueden resultar de mucha gravedad.

Por otra parte, mantener una conveniente higiene es esencial para evitar infecciones y otros inconvenientes. Emplea siempre y en toda circunstancia y en toda circunstancia ropa interior de algodón y evita las prendas demasiado ajustadas. Las revisiones ginecológicas por otra parte, deben formar parte de tu vida, puesto que esta es la única forma real de inspeccionar que todo se desarrolla apropiadamente. Aunque lo más normal es que se trate de un inconveniente poco grave, los síntomas pueden resultar muy molestos y de alguna manera interferir en tu vida.

Si notas molestias vaginales, no vaciles en acudir a tu ginecólogo lo antes posible. La detección temprana siempre y en toda circunstancia y en toda circunstancia es esencial tratándose de la salud.

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