Aunque la mayor parte de las personas relacionan la adicción con substancias perjudiciales como el alcohol o las drogas, la verdad es que asimismo se puede ser adepto al amor. Como cualquier género de adicción, la persona adepta al amor tiene un problema arduo en su vida que debe solventar por sí sola o con la ayuda de otras personas.
El inconveniente de tal adicción es que a veces, la persona adepta no desea ver el inconveniente que padece y prefiere vivir en un planeta de engaños y de patrañas al lado de la pareja. En el próximo artículo te charlamos de la adicción al amor y de los efectos negativos que genera en cualquier relación.
La adicción al amor
Un adepto al amor antepone todo a la obsesión que tiene cara su pareja. No existe solamente en la vida para el adepto, que el amor que le va a profesar a la persona con la que sostiene una relación. Ello supone un inconveniente ya que la persona adepta se desatiende a sí por completo. La adicción al amor supone una demanda incesante que la pareja es inútil de cumplir, dando sitio a continuos enfrentamientos que no favorecen en nada el buen devenir de la relación. La persona adepta no vive la realidad provocando que las continuas interactúes con el ser amado se vuelvan tensas y problemáticas.
La relevancia del amor sano en la relación de pareja
A la hora de tratar tal adicción cara la pareja, es esencial que la persona adepta sea capaz de entender que el amor en una relación puede ser sano. Hay que desprenderse por completo de las conductas obsesivas e procurar que el amor repercuta de forma positiva en el bienestar de la pareja. Hay una serie de conductas y actos que transforman a una relación toxica en otra completamente saludable:
- Es esencial prestar atención a lo que uno desea y precisa.
- Hay que encargarse de uno mismo y desde ahí, ocuparse de la pareja.
- Aceptar a la pareja como es, con sus cosas buenas y sus cosas malas..
- Hay que ser realista y admitirla como es. No se puede vivir en un planeta imaginario, ya que ello repercute de una forma negativa en la relación.
- Estar bien y feliz con uno mismo.
En terminante, la adicción al amor es un conducta tóxica que puede terminar con cualquier relación. Una persona adepta no es feliz consigo misma buscando dicha dicha en la conducta obsesiva cara su pareja. Más que una adicción al amor habría que charlar de un apego excesivo cara la pareja. El temor a perder al ser amado hace que el sufrimiento sea considerablemente mayor y la relación se vuelva más tóxica. Recuerda que como ocurre con otro género de adicciones, la persona adepta ha de ser consciente en todo instante de que padece un inconveniente y que desea poner punto y final a dicha situación. Lo esencial es iniciar por el amor a uno mismo y desde ahí, profesar amor y cariño a la pareja.