Te gustaría borrarlas con una goma, mas no es tan simple. Lo que sí puedes es mitigar las bolsas con radiofrecuencia. Y sí marcha. Os lo cuento pues lo he probado y he visto sus buenos resultados en las ojeras.
Tener bolsas en los ojos es una faena; con ellas tienes una mirada triste. Mas conforme pasan los años y si, agregas unas ojeras desde la niñez y un par de meses de jaqueca tienes la ecuación idónea para hacerte con un par de bolsas oscuras que no son simples de suprimir. La blefaroplastia es terminante, lógicamente. Hay que poner antídoto y que no vayan a más y llevaba ese camino. No obstante, he preferido mitigar las bolsas con radiofrecuencia y drenaje linfático.
Cuando te miras al espéculo y ves que, aparte de ojeras, tienes unas bolsas que te las pisas, o te las dejas y escoges la mirada de femme fatal o buscas ayuda entre tus contactos. Esto último es lo que hice. Las ojeras ya las llevo de factoría y no deseaba agregar más. Pregunté acá y allí y di con la posible solución. Me aconsejaron una clínica nueva, La Clínica del Arte, y me dio confianza. Mitigar las bolsas con radiofrecuencia y drenaje linfático fue la solución que me ofrecieron.
Imagen: DejaVu Designs. Freepik
Ya que me parecía poco a poco más a un oso panda, no tenía nada que perder y mucho que ganar. La Clínica del Arte es el nuevo empeño de Beatriz Collado, farmacéutica y doctora en bioquímica y biología molecular. Hace poco ha creado un pequeño espacio donde me han mimado como no os hacéis una idea.
Rocío, la esteticista que se encargó de mis bolsas, enseguida me afirmó que con unas pocas sesiones iba a apreciar mucho la diferencia.
Durante 6 semanas, a razón de una vez cada 7 días, he acudido a la clínica para procurar mitigar las bolsas con radiofrecuencia y drenaje linfático.
Seis sesiones para mitigar las bolsas con radiofrecuencia
Imagen: Cedida La Clínica del Arte
En cada una de las sesiones, Rocío usaba primero la radiofrecuencia Thermalipo en toda la cara a lo largo de una media hora aproximadamente. Esta radiofrecuencia genera calor en la piel (poco y muy muy soportable) y en los tejidos subcutáneos y no afecta a la epidermis. A la vez, oxigena la piel y ayuda a la producción de colágeno.
No es una tecnología molesta. He probado alguna otra marca de radiofrecuencia y lo que notas en todas y cada una es calorcito y cuantas más sesiones te des, mejor notas la piel.
Tras la radiofrecuencia, Rocío me hacía un drenaje linfático manual bajo los ojos suavísima y realmente agradable. Con esto lo que se logra es facilitar la circulación linfática. Se usa, como en mi caso, cuando existe acúmulo de liquido o de substancias en el tejido conectivo (edema) y cuando el sistema linfático está perturbado.
Este es el ya antes y el después. ¿Qué os semeja?
Yo misma me quedé admirada al ver el ya antes y el después. Cuanto te miras al espéculo día tras día no te das cuenta de los avances. Hasta el momento en que Rocío, tras seis sesiones, me hizo la segunda fotografía. ¡No podía creérmelo! Prosigo teniendo algo de ojera mas las bolsas se han mitigado muchísimo; prácticamente han desaparecido. Ahora, tras la limpieza por la mañana, me aplico frío bajo los ojos. Sencillamente tengo dos cuchases pequeñas en el refrigerador y las pongo en la zona. Relaja mucho.
Tan contenta estoy que voy a continuar yendo una o un par de veces al mes para sostener esta nueva mirada que no se semeja en nada a la que llevé a inicios de mayo.
Precio: cuarenta y cinco euros por sesión.