El setenta y cinco% de las arrugas se generan por los rayos ultravioletas y el calor que genera el sol. De ahí que es esencial resguardar la piel del calor.
Las elevadas temperaturas inciden en nuestra piel; la insolación, la deshidratación y los sofocos son una parte del día tras día del verano. El calor hace que perdamos agua y, de paso, que se reduzca la humedad natural de la piel; el cuerpo deja de transpirar produciendo el golpe de calor. Además de esto, el incremento de la sudoración y la humedad hace que el acne empeore. Y el cloro de las piscinas daña la piel pues ese agua contiene hipoclorito de sodio.
Todos estos inconvenientes nos fuerzan a proteger la piel del calor. El sol, que nos provee de vitamina liposoluble D, lo que es ventajoso para nuestro organismo, asimismo nos expone a los rayos UV de forma inapropiada y nos deseca más deprisa. Con estos calores que estamos padeciendo las autoridades sanitarias nos aconsejan resguardarnos a lo largo de estos días de tanto calor.
Lo primero que apreciamos es que la epidermis está más seca, tirante y pique. La piel desecada semeja reseca y apergaminada y en ella se aprecian las líneas y las arrugas.
Es normal que sudemos más. Es un mecanismo de defensa del organismo, mas debemos asegurarnos de restituir los líquidos y sales minerales que perdemos con la transpiración. Por lo tanto, debemos sostener la hidratación consumiendo dos litros de agua al día y comer comestibles frescos y ligeros, como el melón, la sandía, ensaladas, gazpachos, sopas frías… Puedes tomar infusiones frescas o bien jugos de fruta natural, mas siempre y en todo momento sin azúcar para no trastocar el índice glucémico. Con esto nos aseguramos una mayor hidratación de la piel.
Cuidado con el cloro de las piscinas
Al contener hipoclorito de sodio, el cloro de las piscinas puede dañar la piel y empeorar con el calor. Este producto químico, un desinfectante muy empleado, puede estropear la barrera cutánea. Y así como el viento y el sol irrita la piel. De ahí que, es preciso enjuagar la piel cuando sale de la piscina para suprimir los restos en el cuerpo.
El fotoprotector, esencial para resguardar la piel del calor
Aún en los días anubarrados el sol es amigo del calor. De ahí que, la fotoprotección es esencial. No solo pues eludimos un mal mayor, como un carcinoma, sino más bien pues si no nos resguardamos apropiadamente aparecen máculas, quemaduras y arrugas.
¿Cuánto protector hay que aplicarse? Los dermatólogos nos insisten en que unos dos mg por centímetro cuadrado de piel. O bien lo que es lo mismo: un chorrito en el dedo índice y cancelar y lo aplicas.
Además del fotoprotector, los sombreros y las gafas de sol son nuestros aliados para eludir los inconveniente con el calor.
Más consejos para resguardar la piel del calor
Para no acalorarte y que tu piel no se dañe por el exceso de calor y los rayos ultravioletas, pasea a última hora de la tarde o bien a primera de la mañana y evita las horas centrales del día.
Tras un día de sol, date una ducha y también hidrátate la piel con una crema o bien un after sun, que refrescan y calman la sensación de sequedad en la piel.
Si vas a la playa no te perfumes pues pueden aparecer máculas en la piel. El alcohol, la bergamota o bien el almizcle causan una reacción fototóxica. El perfume fresco, después, cuando salgas a caminar o bien de noche.
Y evita pasear descalza en lugares públicos (léase puestos, por servirnos de un ejemplo) para no coger infecciones o bien hongos y que se te estropeen las vacaciones.