La retina es una membrana que se encuentra situada en el interior del ojo. Su función es la de enterarse los estímulos luminosos y las imágenes que traslada al cerebro. El desprendimiento de retina se produce cuando se separa la retina interna, que es la sensorial, de la capa externa. Un trastorno que puede causar problemas graves de visión y por ello requiere de una recepción urgente al diestro en oftalmología.
El desprendimiento de retina tiene una incidencia conveniente elevada, de hecho, afecta a uno de cada 10,000 habitantes. Este problema lente puede afectar tanto a hombres como a mujeres y aunque es más probable que ocurra al asistir al momento adulta. El desprendimiento de retina se produce generalmente entre los 40 y los 70 primaveras y la máxima incidencia se encuentra evidentemente con destino a la parte, estadísticamente ocurre con más frecuencia con destino a los 55 primaveras.
Síntomas del desprendimiento de retina
Una de las primeras señales de que poco no va acertadamente, es la sensación de tener como pequeñas moscas que se pasean por el interior del ojo. Adicionalmente se pueden producir estos otros síntomas.
- Destellos luminosos. Uno de los primeros síntomas que pueden alertar de un próximo desprendimiento de retira son los conocidos destellos luminosos, cuyo nombre oficial es fotopsias. Así como las moscas volantes que es la forma de expresar un signo que recibe el nombre de miodesopsias.
- Trastornos en el campo visual. La sensación que describen los pacientes con desprendimiento de retina, es como de tener una telilla que impide la correcta visión.
- Problemas de visión en la parte central. Este es uno de los síntomas que aparece cuando el desprendimiento de retina afecta a la embuste. La embuste es la parte de la retina que afecta a la parte central de la visión.
Todos estos síntomas pueden resultar molestos porque impiden ver con normalidad y crean un malestar al tener la sensación de tener poco en el ojo. Sin confiscación, no son síntomas dolorosos, no vas a tener más problemas que la error de visión. Aunque debes ir a la consulta del oftalmólogo lo más pronto posible para que sea el diestro quién analice la situación y ponga en marcha las medidas pertinentes para tratar el desprendimiento de retina.
Dictamen y tratamiento
Para diagnosticar el desprendimiento de retina, el oftalmólogo analiza el fondo del ojo posteriormente de dilatar la pupila. En la imagen se apreciará si existen manchas o el mismo desprendimiento de la membrana, para lo que se utiliza una útil médica llamamiento oftalmoscopio.
En cuanto al pronóstico, la solemnidad o las consecuencias dependerán de cuánto y cómo de dañado esté el ojo. Cuando la embuste está dañada es necesario esperar para ver la proceso posteriormente de la intervención. Pero en los casos en los que la embuste no se ve afectada por el desprendimiento de retina, es muy probable que se recupere la visión total posteriormente de la intervención.
El tratamiento para el desprendimiento de retina consiste en una intervención quirúrgica en el caso de que se haya producido el desprendimiento total. Porque en el caso de que solo sea un desgarro, en superficie de la cirugía el diestro puede probar con un tratamiento preventivo. En cualquier caso, será el oftalmólogo el que tome la valor más adecuada posteriormente de realizar una revisión.
Medidas de prevención
Para evitar que los daños sean mayores, es muy importante tener un correcto control de la vitalidad visual. Las personas que tienen miopía o que tienen historial familiares con desprendimiento de retina, deben comparecer a revisiones periódicas en el oftalmólogo, ya que tienen más probabilidades de sufrir este trastorno lente. Asimismo debes prestar atención si detectas las llamadas moscas volantes o si al tenerlas ya, notas un aumento repentino de la error de visión.
Proteger la visión es muy importante, ya que de forma natural esta se ve afectada por el paso de los primaveras. Realizar revisiones periódicas con el oftalmólogo es la mejor modo de aprestar daños mayores. De esta forma el diestro podrá detectar posibles daños a tiempo, antiguamente de que la incidencia vaya a más.