Enseñar en valores, los cuatro que deben aprender los pequeños

Educar en valores

Educar a los hijos jamás es fácil, pues absolutamente nadie nace con la lección aprendida, cada pequeño es diferente y la propia personalidad de cada uno de ellos marca la diferencia. No existen reglas sobre de qué forma se debe instruir a los hijos, mas lo que sí es de los pies en el suelo es que la educación triunfante se fundamenta en los valores. Por el hecho de que los valores son las cualidades y las virtudes que definen a una persona.

Las personas no nacen con valores adquiridos, eso es una cosa que se debe aprender durante la vida. Mas lo que es esencial es iniciar en la niñez, a fin de que los pequeños medren siendo portadores de valores esenciales como la solidaridad o la responsabilidad. Por el hecho de que todo ello es lo que les dejará relacionarse en sociedad y lograr todas y cada una de las metas que se planteen.

Qué valores deben aprender los niños

Existen infinidad de valores, destrezas y virtudes que van a poder ir adquiriendo a lo largo de su vida, con las que van a poder establecer relaciones de calidad, aun con ellos mismos. Entre todas y cada una esas cualidades o valores, estos son los esenciales que han de estar presentes en la educación de los niños.

El valor de la responsabilidad

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Ser responsable es una enorme cualidad que influye en todos y cada uno de los aspectos de la vida. Con el valor de la responsabilidad, los pequeños aprenden que sus actos tienen consecuencias, que pueden ser negativas mas asimismo positivas. Esto es, aprenden a tomar resoluciones conscientes de que que todo lo que hagan puede repercutir en su vida. Lo que afecta a su niñez, a de qué forma administran sus amistades, mas asimismo a la manera de aceptar obligaciones. Un pequeño que aprende lo esencial que es ser responsable, tiene más probabilidades de un futuro triunfante.

La empatía

Tener la capacidad de ponerse en los zapatos del otro es una cualidad esencial para criar pequeños tolerantes y respetuosos, afectivos  y lejos del egoísmo de meditar solo en uno mismo. El amor propio es asimismo esencial, mas ser empáticos les va a ayudar a meditar en los sentimientos de los demás y así actuar de un forma más solidaria. En un planeta donde cada vez existen más diversidad, a Dios gracias, es esencial que los pequeños desarrollen esta clase de valores, como la tolerancia.

Tolerancia y respeto

Aunque son valores independientes no dejan de ir de la mano, pues el respeto está asociado a la tolerancia. Admitir que otras personas son diferentes, aceptar que no siempre y en toda circunstancia se gana o se es el mejor, es esencial en la vida de un adulto funcional, mas debe iniciar en la niñez. De esta forma el planeta va a ser poco a poco más humano, sin tantos prejuicios que dañan a todos. El cambio empieza en la educación de los pequeños.

El valor de la gratitud

Bien reza el dicho, «De bien nacido es ser agradecido», pues no existe nada que describa mejor el valor de la gratitud. Esto es esencial para que los pequeños sean siendo conscientes de que las cosas tienen un valor. Dar las gracias cada cosa que tienen les va a hacer más felices, van a saber valorar lo que tienen sin querer o aguardar más. Además de esto, el agradecimiento es una cosa que se practica aun con uno mismo, por lo que es esencial en la crianza de los hijos.

Educar en valores significa preparar a los niños para la vida, a fin de que sean capaces de relacionarse con todo género de personas, admitir que en ocasiones se gana y otras se pierde o que no se puede tener todo cuanto se quiere. En suma, se trata de ofrecer a los hijos las herramientas necesarias para desenvolverse en un planeta complejo. Por el hecho de que a absolutamente nadie le agrada anticiparse al futuro y ver a los pequeños como adultos, mas cualquier día va a llegar ese instante y qué mejor que cerciorarse de que están bien preparados.

Para ello, educar en valores es la forma de preparar un futuro lleno de adultos solidarios, empáticos, tolerantes y respetuosos con el prójimo. Por el hecho de que solo así se van a poder mudar las cosas y hacer del planeta un sitio más agradable para todos, con independencia de las diferencias.

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