Poder querer a alguien es algo verdaderamente fantástico que bastante gente tiene la fortuna de sentir. No obstante, en el momento de querer es esencial establecer una serie de límites puesto que en caso contrario tal amor se puede llegar a transformar en una peligrosa obsesión por dicha persona.
En el próximo artículo te mostramos las diferencias que existen entre el amor sano y la obsesión.
La obsesión no es igual al amor
En una relación saludable debe primar siempre y en toda circunstancia el amor. Si por contra, acaba apareciendo la obsesión, la pareja se torna tóxica con todo lo malo que ello acarrea.
La aparición de la conducta obsesiva se debe en una gran parte a una falta de seguridad y de autoestima por una de las unas partes de la relación. Por otro lado, la obsesión suprime por completo la libertad de la pareja y le limita en todo género de acciones, algo que no se debe permitir en cualquier clase de relación.
Por su parte, el amor ofrece libertad y respeto, algo que resulta esencial para cualquier pareja que se considere como sana. Hay cierto compromiso para una parte de las dos personas, mas no se ven limitadas bajo concepto alguno, algo que repercute de una forma positiva en el buen devenir de la pareja.
Qué hacer frente a un comportamiento obsesivo
No se puede permitir bajo concepto alguno el proseguir con una relación en la que el comportamiento obsesivo prime sobre cualquier otro. La parte sometida debe poner punto y final inmediatamente a tal relación tóxica. Es esencial que la pareja se siente y analice la situación de una forma calmada y buscar el motivo por el cual se genera tal amor obsesivo.
La empatía es un valor esencial en el momento de tratar dicho inconveniente. Es bueno por consiguiente que la persona obsesiva se pueda poner en la piel de la parte sometida, para sentir y saber que dicha conducta es completamente reprobable. El amor en una pareja supone respetar a la persona amada y el poder confiar de forma ciega en ella.
En la mayor parte de los casos, dicho amor obsesivo se debe en una gran parte a una falta de seguridad y de confianza en uno mismo bastante evidente. Es esencial por consiguiente el asistir a la persona obsesiva a recobrar de manera rápida la confianza y a robustecer su autoestima. La superación de las inseguridades es clave en el momento de respetar a la pareja y poder quererla de una forma sana.
Si la cosa no mejora, es recomendable el asistir a un buen profesional que sepa atajar el inconveniente desde el comienzo y poner solución al mismo. Toda ayuda es poca con el objetivo de superar tal obsesión en frente de la pareja.
En terminante, si bien muchas parejas no se den cuenta de su inconveniente, no es exactamente lo mismo el querer que el ofuscarse por la personas amada. El amor ha de ser sano en todo instante y el fin del mismo ha de ser el evolucionar conjuntamente para poder localizar un bienestar al lado de la dicha. Para esto, primero hay que quererse y quererse a uno mismo y desde ahí, el poder querer a la pareja.