¿En qué consiste la voracidad cariñosa cara la pareja?

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La voracidad cariñosa se da cuando hay una pasión extrema cara la pareja. En este género de relación el sentimiento de amor y de pasión está presente en todo instante, provocando disfrute y sufrimiento por igual. Cuando se genera la citada voracidad cariñosa, el sentimiento ocupa todo cuanto concierne a la relación, llegando a ocasionar cierta ahoga cariñosa a la pareja. Como se puede suponer este estado de amor extremo no favorece a la pareja llegando a destruirla.

En el próximo artículo te charlamos un tanto más de la voracidad cariñosa en la pareja y qué consecuencias tiene para el buen devenir de exactamente la misma.

La voracidad cariñosa en la pareja

La primordial característica de la voracidad cariñosa es la sofocación y el sinvivir que causa a la propia relación de pareja. Hay un estado de ansiedad progresivo, que hace que no se pueda llegar a gozar del vínculo creado ni del amor que pueda existir entre las partes. La pareja se transforma en el centro de todo y es una prioridad absoluta para la persona que padece dicha voracidad. Lo idóneo es que la propia pareja manifieste asimismo cierta pasión y sentimiento ya que en caso contrario la sofocación puede ir a más. Hay unas ansias enormes a fin de que haya cierta interdependencia y así lograr cierta fusión en la propia pareja.

La dependencia sensible en la voracidad cariñosa

El gran trasfondo de la voracidad amorosa no es otro que la dependencia sensible que se puede generar en una o en las dos partes en la relación. La independencia es una genuina amenaza para la propia voracidad cariñosa, de ahí que se escape de exactamente la misma en todo instante. No es posible el concebir cierta independencia e amedrentad de la persona amada

Como ya hemos comentado más arriba hay un deseo enorme de poder fusionarse con la pareja y lograr de una forma plena el deseo y el sentimiento de precisarse mutuamente. Ello como es normal no es para nada recomendable en el momento de edificar una relación que sea considerada como saludable. La dependencia sensible presente en este género de relación hace que exactamente la misma sea tóxica y poquísimo recomendable.

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El riesgo de la voracidad cariñosa en la pareja

La voracidad cariñosa en ningún instante puede terminar bien, aun si las dos partes están conformes de forma mutua. La toxicidad está presente de forma continua y esto termina por destruir el vínculo que se haya podido crear. EL deseo y las ansias de apropiarse de la pareja para formar un todo hace que se suprima a dicha persona y que no tenga ni voz ni voto en la relación. En ningún caso se puede estimar esto como amor y si como una relación tóxica que no favorece en nada a las dos partes.

No cabe duda que en la voracidad cariñosa hay un factor destructor bastante grande e esencial que no se debe pasar por alto. Si no se corta dicha voracidad, la ahoga va a más y termina por destruir por completo al vínculo. Puede que al comienzo todo marche de una forma adecuada y no haya inconveniente alguno, mas transcurrido el tiempo la voracidad va a más y acaba mal para las dos partes. Caso de que esté presente esta pasión y sentimiento tan grande, lo mejor es ponerse a cargo de un profesional que sepa trata tal inconveniente.

En terminante, la voracidad cariñosa en una pareja supone ahogar por amor poco o poco a la otra parte y crear de este modo una relación tóxica que no favorece a ninguna de las partes. La dependencia sensible es bastante evidente y la sofocación en el momento de lograr el amor de la otra parte daña de una forma bastante seria a la relación. No es viable por consiguiente este género de pareja tóxica a medio y largo plazo.

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