Afortunadamente, reciclar ya no nos cuesta como anteriormente. Ecoembes estima que casi treinta y nueve millones de españoles lo hacen. Por eso, y si bien queda aún mucho por hacer en favor del reciclaje, ahora toca ir un paso más allá: limitar la producción de esos restos, ya que el mejor desecho es el que jamás llegó a generarse. Ideas como las fuentes de L’Occitane, que permiten el rellenado de cinco de los productos más icónicos de la firma provenzal, nos animan a cumplir con ese reto. La buena nueva es que es cada vez más simple hallar estos sistemas de ecorecarga: Valencia se aúna a las urbes que cuentan con fuentes L’Occitane.
El proyecto nació en dos mil diecinueve con dos fuentes conduzco en Alemania y España. La acogida entre los clientes del servicio de L’Occitane fue tan buena que en dos mil veintiuno la firma comenzó a suministrar este servicio en más tiendas de Europa, Asia, E.U. y Canadá. En este país de ahora en adelante vamos a tener tres boutiques que van a contar con esta tecnología sostenible. A las fuentes L’Occitane de la capital de España (Calle Goya, ocho) y Barna (Rambla de Catalunya, sesenta y uno) se incorpora la nueva de Valencia (Carrer Don Juan de Austria, diecisiete). v
Una apuesta por el consumo responsable
Para L’Occitane estar del lado del planeta -del consumo responsable y sostenible, de la protección de la biodiversidad y del respeto cara las personas- no es una tendencia ni una alternativa. Es una parte de su ADN. Sus fuentes de relleno son una muestra más de este compromiso. Con su instalación en establecimientos de todo el planeta la firma de la Provenza pretende sumarse al reto de reducir de forma progresiva los plásticos de un solo uso. Específicamente, ahorran doscientos toneladas de plástico todos los años. Una cantidad muy señalada ya que no podemos olvidar que la producción de este material ha llegado a su punto álgido; solo a lo largo de la última década hemos producido más que en todo el pasado siglo.
Además, la opción de adquirir tus productos preferidos al peso se traduce en una experiencia de adquiere responsable y comprometida con la economía circular. Un ademán fácil que no solo implica la reducción de envases, sino asimismo nos hace más siendo conscientes del consumo en casa y, de paso, nos ayuda a ajustar el tique de la adquisición. Por servirnos de un ejemplo, un bote de aceite de ducha de Almendra de doscientos cincuenta ml cuesta diecinueve con cincuenta euros. Al paso que recargar ese envase -que siempre y en todo momento hay que llevar limpio y seco- saldía por dieciseis euros. Esto es, con cada ecorrecarga ahorramos tres,50 euros. Asimismo existe la opción de hacerte con la Forever Bottle, una botella de aluminio cien% reciclado y reciclable, por tres euros (doscientos cincuenta ml) y rellenarla con tu producto preferido. Te recordamos que, de momento, están libres los refills del gel de ducha Fiesta, el aceite de ducha Almendra, el jabón líquido Karité-Fiesta y el champú y acondicionador Reparador Aromacología.
Un compromiso de largo recorrido
La idea de las ecorrecargas es algo en lo que L’Occitane lleva muchos años trabajando. En dos mil ocho lanzó en este formato que dejaba rellenar en casa el bote original su jabón de fiesta líquido. En nuestros días, estos envases que poseen de media un ochenta y cinco% menos de plástico que el tradicional están libres en veinticinco referencias.
Pero el refill no es la única acción de L’Occitane en este sentido. La marca trabaja a fin de que de acá a dos mil veinticinco todas las tiendas de España ofrezcan servicio de reciclaje (por ahora disponible solo en algunas) y asimismo coopera con TerraCycle para procesar los envases bastante difíciles de reciclar. Estas prácticas forman parte realmente de un todo: la manera en que L’Occitane comprende su tarea como empresa y marca de cosmética. Con la que anima a todos -asimismo a sus clientes del servicio- a unir sus fuerzas para redactar una nueva página en la que el consumo sea homónimo de regeneración.