Diseños postapocalípticos, flores gigantes, erotismo, renacentismo y surrealismo. Estos han sido ciertos conceptos que hemos podido ver sobre las pasarelas parisinas este fin de semana de la mano de las firmas más aguardadas por su particular visión de la moda o más bien, lo que muchos llaman «anti-moda«.
Si ciertas review de las últimas jornadas de la PFW nos han dado una lección de elegancia, femineidad y romanticismo, estos últimos días hemos podido ver propuestas que fluctúan entre los conceptos de tendencia y arte. Ya sea con puestas en escena que semejan trasladarnos al instante del fin del planeta como en el caso de Balenciaga, o con volúmenes y proporciones que rozan lo imposible muy al estilo Kawakubo, te mostramos la parte más inspiradora y vanguardista de la Semana de la Moda de la ciudad de París.
BALENCIAGA
“Odio las cajas, odio las etiquetas y odio que me etiqueten y me metan en una caja”, declaró Demna Gvasalia sobre su desfile privavera-verano dos mil veintitres para Balenciaga, cuya convidación era una cartera perdida con tarjetas, recibos, dinero y una tarjeta de identificación. La carencia de sentido y explicación es algo a lo que deberemos habituarnos ya que Demna ha decidido no regresar a explicar sus compilaciones ni verbalizar sus diseños. Con esa filosofía de vivir la vida -y la moda- conforme las reglas de uno mismo, sin importar un mínimo las críticas ni la aprobación de la sociedad, el diseñador eligió al mejor embajador de este término para abrir su desfile: el Sr. Kanye West. Con un conjunto que simulaba una suerte de uniforme de seguridad postapocalíptico, el controvertido vocalista daba el pistoletazo de salida a una compilación “anti-moda” presentada sobre una pasarela de barro. Entre otros muchos diseños, Demna ha incluido vestidos sesgados, muñecas de bebé con aspecto muy real, los bolsos virales de patatas Lays y otros con asas gigantes, de la mano de un abanico de modelos con semblantes contusionados. Estemos conforme o no con el rumbo que está tomando la firma de nuestro gran diseñador, Balenciaga acapara miradas, cámaras y sobre todo adeptos entre aquéllos que se ubican las celebridades más top del instante.
LOEWE
El anturio, esa extraña flor de pétalos sustanciosos, se ha transformado en el epicentro del desfile de Loewe. Bajo la dirección creativa de Jonathan Anderson, todo apunta a que la casa de España hará de esta flor un leitmotiv de la época, del mismo modo que lo hizo en la de otoño 2022 con los motivos de labios y globos. Hemos podido ver como el diseñador ha trasladado el carácter sensual de esta flor a mini vestidos con falda evasé o vestidos lenceros en los que los pétalos sirven para cubrir, de forma inteligente, uno de los pechos. La idea del volumen y distorsión de la figura femenina prosigue siendo un objeto de estudio para la firma. Esta compilación incluye looks con chaquetas de aviador (una de las tendencias de la época) que incorporan unos tops tubulares de punto, escotes picudos en substitución del drapeado y vestidos tipo armadura de acabados pulimentados que desfiguran la cadera. Finalmente, sin abandonar a la fantasía, Anderson incluye diseños efecto pixelado, zapatos globo (mas desinflados), flores 3D y prendas hechas de porcelana. Al lado de diseños simples, como los vestidos babydoll con cuello polo o chaquetas que recuerdan a las míticas Barbour, Anderson prosigue edificando la versión más fatua de la casa Loewe.
VIVIENNE WESTWOOD
“Esta compilación es mi sueño”, estas fueron las palabras de Andreas Kronthaler, el directivo creativo y asociado de diseño de Vivienne Westwood sobre su propuesta para la primavera-verano dos mil veintitres. Un fragmento de la compilación, inspirada en el versista John Donne y la estética renacentista, se diseñó con una parte del armario del propio Kronthaler, incluidas camisetas viejas, suéteres o lencería, con la meta de ser lo más sustentable posible. Lejos de acercarse al minimalismo que acostumbra a ir asociado al término se sostenibilidad, la propuesta de la firma británica no podría haber sido más maximalista. Sin precisar recurrir a ningún género de performance, el desfile empezaba con un vestido de charol forjado como armadura al lado de unas botas de pedrería tipo “caballero”, unas referencias al Renacimiento que aumentaron a lo largo del espectáculo. Esta mirada al pasado, propia de Westwood desde su trono de reina del punk, se reflejó en diseños que se desprenden de los roles de género: botas de tacón y plataforma estilo años sesenta, lencería de ganchillo sobre medias y prendas efecto “segunda piel”, arneses, cuellos de camisa rasgados y, naturalmente, muchos géneros de corsés. Kronthaler conectó con los “ismos” de Westwood de forma sensual y rebelde dejándonos una propuesta para la próxima primavera cuanto menos peligrosa, ¿te atreves?
COMME DES GARÇONS
Tal y como nos tiene habituados, Rei Kawakubo nos deja (u fuerza) a interpretar cuanto queramos sobre su propuesta. El término de “anti moda” volvió a reflejarse en la pasarela parisina con diseños que exploraban las estructuras, las formas y, naturalmente, el uso del blanco y negro. Sin precisar recurrir a una puesta en escena increíble como las que hemos visto los días precedentes, la diseñadora plantea una primavera minimalista en colores mas sorprendente a nivel volumen y tejido: tocados con flores de cartón doblado, cuero que se transforma en encaje o estampados de flores que semejan sostenerse sobre estructuras de madera. Obviamente las creaciones de Kawakubo para Comme des Garçons son inspiración, no existe nada que entender y solo hay que limitarse a imaginar.