Hay días en que no es logísticamente posible lavarse el pelo, así sea por el hecho de que estamos de viaje y nos hemos dejado la plancha de pelo o bien por el hecho de que justo cuando ibas a hacerlo te has dado cuenta de que llegas tarde a tu cita del día. Es en esos casos cuando entra en acción el champú en seco, un invento de los años 70’s que es un genuino salvavidas pilífero.
Con unas pulverizaciones en las grasas raíces de tu pelo tras unos días de haberlo lavado y un ligero masaje con los dedos, basta para que, cuando menos, no sea tan evidente que a tu pelo le convendría una buena enjabonadita con champú.
Pero que quede claro: el champú en seco no reemplaza en modo alguno un lavado tradicional con champú y agua, del mismo modo en que el agua micelar no proporciona una limpieza facial completa.
¿Cómo elegir el mejor champú en seco para mí?
En la actualidad hay varias fórmulas de champú seco disponibles: en spray, que es la clásica, en espuma y en polvo. La primera funciona bien en todo tipo de cabello y es la favorita de la mayoría, pero es especialmente útil para dar volumen en las raíces de los cabellos finos. Si no toleramos ni rastro de residuo blanco (que se retira fácilmente con un cepillado, normalmente) te gustará la espuma. Y si tus raíces son muy grasas, los champús secos en polvo te permitirán aplicar más cantidad de producto en las áreas que más lo necesitan. Si tu cabello es rizado, es mejor que no uses este tipo de productos (si lo haces, que sean muy hidratantes).
Por otro lado, hay un aspecto a tener en cuenta: el color de tu cabello. Si tienes el cabello claro, el producto se ve mucho menos, por la similitud del color tras la aplicación. En cambio si es oscuro, se verá más el componente absorbente. Para evitar que se note mucho, puedes optar por champús en seco para cabello oscuro, aunque hay muchos productos que funcionan bien tanto en cabello claro como en oscuro.
¿Cómo usar un champú en seco?
Ahí van las claves para conseguir un buen resultado, independientemente del producto que elijas. Primero, divide tu pelo en secciones y localiza esas áreas donde haya grasa visible (en las áreas sin grasa no es necesario que apliques el producto). Luego, agita bien el champú seco y aplícalo a unos 30 cm de tu cabeza. Piensa que si te acercas demasiado es más probable que se vea el «polvillo blanco». Masajea con tus dedos, como si te lavaras el pelo con un champú normal y déjalo reposar durante los minutos que haga falta (puedes dejarlo incluso toda la noche). Para terminar, cepíllalo y airéalo un poco para eliminar del todo cualquier rastro.
¿Es malo utilizar un champú seco?
El champú seco debe verse como una solución socorrida, no como un habitual en tu rutina de cuidado del cabello. Realmente no está limpiando el cabello de exactamente la misma forma en que lo haría un champú convencional: simplemente absorbe el exceso de grasa de la raíz a través de ingredientes como la silica, la harina de maíz o de arroz, además de aportarle una buena dosis de perfume para ocultar el mal olor, pero no elimina el exceso de productos o buildup.
Esto significa que si tienes el cuero cabelludo extremadamente sensible, con descamación o picores (o tienes dermatitis atópica) será mejor que omitas este producto por completo, o podría irritar muchísimo tu piel.
1. El mejor champú seco para raíces muy grasas: First Class Charcoal Detox de IGK
Si buscas un champú en seco que sea eficaz incluso en raíces muy grasas, este es tu producto. El First Class Charcoal Detox de IGK incorpora polvo de carbón como activo absorbente, y polvo de té blanco para calmar los folículos del cuero cabelludo. Es prácticamente impercetible, incluso en cabello oscuro. Su capacidad de absorción de grasa es extraordinaria, así que si tu cabello no es segrega mucho aceite será mejor que optes por otro más suave.
2. El champú seco con el mejor aroma es de OUAI
Si por algo son conocidos los productos OUAI, es por su fragancia. Su Super Dry Shampoo cumple con su cometido, además de dejar un rastro del perfume Melrose Place de exactamente la misma marca, floral y elegante. El residuo blanco es poco evidente (peinando un poco y moviendo con los dedos se retira fácilmente).
3. El mejor champú seco para cuero cabelludo sensible: Klorane a la leche de avena
Gracias a su contenido en leche de avena, este champú en seco de Klorane es perfecto para utilizar de vez en cuando sobre todo tipo de cabellos, e incluso en los cueros cabelludos sensibles. Incorpora harina de arroz y de maíz como absorbentes de la grasa.
4. El mejor champú seco low-cost: Batiste Original
Sí, es el champú en seco que lo empezó todo. Lo lanzó Schwarkopf durante los años 70, y fue un éxito absoluto. Tanto es así, que sigue siendo uno de los más utilizados hoy en día. Quizás cuesta un poco más de retirar el residuo blanco que con otros productos de esta lista, pero marcha bien. Imagino que por eso también está disponible la versión para cabellos oscuros, que se disimula bastante mejor.
5. El champú en seco de Sol de Janeiro
El champú en seco de Sol de Janeiro huele igual que la ya mítica crema hidratante corporal Brazilian Bum Bum Cream, es decir, a vacaciones en un país tropical. Deja el pelo ligero, manejable y el resto blanco se retira de manera fácil. Lo consigue a base de kaolín y harina de arroz.
6. El mejor champú en seco para pelo fino: Perk Up de Amika
Este champú seco es el favorito de muchas, independientemente del color del cabello. Huele de maravilla, apenas deja residuo y te saca fácilmente de un apuro. Además, es vegano.
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