Cuando las marcas se ponen creativas y sacan a caminar su lado más ‘mágico’, brotan firmas de belleza que semejan tener poderes extrasensoriales. La magia no está reñida con la ciencia ni con la belleza.
Una fórmula de belleza de una marca comercial tiene detrás I+D. Mucho o bien poco, mas algo tiene. Si además de esto se le agrega algo de magia, la ‘pócima’ va a ser todavía más hechizante.
La belleza es cuestión de alquimia. En el laboratorio, se combinan ingredientes escogidos por su poderío antioxidante, hidratante, nutritivo o bien lo que se necesite para crear una fórmula que es casi un conjuro.
Ojo, no es que haya que encomendarse a la Virgen a fin de que funcione mejor (en especial en el caso de las anticelulíticas) o bien buscar contestación a la eficiencia de un contorno de ojos en las cartas del Tarot. Es, simplemente, que en ocasiones el branding apuesta por lo místico / esotérico y emplea referencias que remiten a los sortilegios, tal y como si esa crema antiedad contuviese, además de esto, un filtro de Instagram (el nuevo filtro de amor) de esos que te alisan la piel y te la dejan como la seda, o bien tal y como si el Suero nuestro de día a día fuera el elixir de Asterix que da superpoderes.
Hablamos de magia blanca, lógicamente, y de rodearnos de ciencia prácticamente tanto como de fantasía y de belleza. A todos nos prosigue haciendo ilusión ver regalos en casa cada seis de enero, qué demonios.
Crème Sorcière, de Delbôve, reúne la Muy santa Trinidad de la belleza en exactamente la misma fórmula. Limpiadora, desmaquillante y crema, todo en uno. ¿De qué forma te quedas? Encantada, ¿no?
Se trata de una ‘pócima’ compuesta por poquísima agua, una base lipídica y una mezcla exclusiva de plantas empleadas en la cosmética natural desde tiempos inmemoriales (manteca de cacao, germen de trigo, almendra dulce, lavanda, canela, vitaminas…).
Se puede emplear como crema de día o bien a la noche o en el Ritual Mágico de limpieza que plantea la firma. El as en la manga de toda hechicera moderna.
Precio: cincuenta y cinco euros / 50ml.
Charlotte Tilbury se apoya en el poder de los cristales de cuarzo y amatista, la siempreviva y el ingrediente propio Replexium para ofrecer Charlotte´s Magic Serum Crystal Elixir, un suero que deja la piel brillante, hidratada y juvenil. La ‘magia’ ha sido probada (y aprobada) por doscientos nueve personas del respetable público, y los resultados han sido medidos clínicamente. Por especialistas, que conste, no por unicornios alados.
Precio: 73,99 euros, lo encuentras en Sephora.
Gema Herrerías y Boticaria García, farmacéuticas influyentes y amigas ‘en la vida real’, han aliado esfuerzos para crear una crema que opera el truco definitivo: devolver a la piel la paz perdida.
Mano de santo se llama la cosa (grandísimo acierto de naming) y, como te comentaba, es el tratamiento fetén para las pieles enrojecidas, agredidas por factores externos como el frío o el viento, pero también por las picaduras de mosquito o las quemaduras solares. Se puede combinar con retinoles y peelings gracias a su capacidad hidratante, anti-rojeces y reparadora.
Apta para toda la familia. En niños, desde los 3 años.
Precio: diecinueve con noventa euros / 50ml.