El sol es en una gran parte saludable, no solo por la vitamina liposoluble D, sino más bien por el hecho de que te ayuda a estar de buen humor, salir y pasar tiempo en la calle. No obstante, los rayos solares son peligrosísimos para la piel y por este motivo es esencial resguardarla apropiadamente. Las pecas y lunares aparecen a consecuencia de los rayos solares, si no se usa la protección conveniente, puede desmandarse su desarrollo.
Esto puede dar sitio al melanoma, el cáncer más peligroso de piel. Con lo que es fundamental emplear protectores tanto cuando estás tomando el sol en la playa, para salir simplemente a la calle. Se trata de un ademán sencillísimo, mas que a corto y largo plazo te sostendrá libre de serios problemas en la piel. Pues no se debe olvidar que la piel tiene memoria.
Es decir, todo los excesos y falta de protección pueden manifestarse a lo largo del tiempo. No solo en su forma más grave como el melanoma, asimismo puedes padecer manchas en la piel por hiperpigmentación, envejecimiento prematuro o bien cambios en la textura de tu piel. Con lo que es esencial cuidar las pecas y lunares en la piel con estos consejos para resguardarlas del sol.
Diferencias entre las pecas y lunares de la piel
Las pecas y los lunares no son lo mismo, si bien de forma frecuente se confunden y se aplica exactamente el mismo término para describirlas. Estas son las diferencias entre ellas.
- Las pecas: Se generan por acumulación de pigmento sobre la piel, mas en contraste al lunar no tienen relieve. Ciertas personas tienen pecas por herencia genética, desde la niñez, si bien lo general es que aparezcan a consecuencia de la exposición a los rayos solares sin protección. Asimismo aparecen de forma frecuente en el embarazo, por el consumo de anticonceptivos o bien por cambios hormonales.
- Los lunares: Pueden estar en la piel desde exactamente el mismo instante de nacer y asimismo se forman a lo largo de la pubescencia. Los lunares son acumulación de pigmentación, máculas que forman relieve y que hay que observar a lo largo de toda la vida por el hecho de que los cambios pueden alertar de un arduo problema de piel.
Cómo resguardar la piel
Para eludir que los lunares se vuelvan peligrosos y que se descontrole la producción de melanina en la piel, es esencial resguardarse apropiadamente a lo largo de todo el año. El sol es más peligroso en verano, mas la piel es sensible a los rayos solares siempre y en toda circunstancia. Por este motivo, en invierno hay que dedicar la protección a las zonas expuestas, o sea, la piel del semblante y las manos.
En el verano, una gran parte de la piel del cuerpo está expuesta a los rayos del sol y es entonces cuando más cuidado que hay que tener con ella. La protección solar es la mejor forma de eludir que tu piel avejente y enferme, por el hecho de que de nada vale una piel bronceada si no está saludable. Toma nota de estos consejos para cuidar y resguardar las pecas y lunares de la piel.
- Si estás tomando medicación: Los anticonceptivos orales, los antibióticos y otros fármacos pueden provocar hiperpigmentación en la piel si se expone a los rayos solares. Evita tomar el sol cuando estés tomando medicación.
- Factor de protección solar de alta numeración: Aplica día tras día factor de protección solar de numeración superior al 30. En la actualidad existen productos cosméticos en formatos muy cómodos, veloces y simples de aplicar en el cada día. Para la piel del semblante y las manos usa productos concretos. Puesto que son zonas singularmente sensibles y frágiles en comparación con el resto del cuerpo.
- Exfolia la piel una vez a la semana: Así eliminas las células fallecidas de la piel y eludes que intervengan en la aparición de máculas, pecas y lunares.
- Evita tomar el sol en exceso: Jamás debes tomar el sol en las horas centrales del día, usa siempre y en toda circunstancia una sombrilla para no exponerte de forma directa y cuando no estés en el mar, emplea un sombrero que te quite el sol de la cara. Aplica protección cada cierto tiempo para sostener la piel siempre y en toda circunstancia bien protegida del sol.
Y recuerda, una piel bonita es aquella que está cuidada, que luce suave, refulgente y lisa. Todo esto lo suprime el envejecimiento prematuro por el sol. Con lo que no debes desamparar la salud de tu piel solo por lucir un bronceado a lo largo de unas pocas semanas. Cuídate todo el año y tu cuerpo, las pecas y lunares te lo agradecerán.