A pesar de ser considerablemente más común de lo que la gente pueda llegar a imaginar, la dependencia sensible supone un hecho autodestructivo para cualquier pareja. Cuando existe dependencia sensible se genera una pérdida de la autoestima y de la confianza que hace que la persona quede a merced por completo de su pareja.
En el próximo artículo te mostramos cinco peligros que acostumbran a producir la dependencia sensible en la pareja.
Pérdida de la autoestima
La dependencia sensible supone una cancelación total de la persona dependiente y a consecuencia de ello una pérdida absoluta de su autoestima. Es muy normal que haya una falta evidente de seguridad y de confianza en uno mismo, algo que repercute en beneficio de la otra persona que es parte integrante de la pareja.
Pérdida de la identidad propia
En la dependencia sensible todo se ocupa de la pareja. La persona dependiente se transforma en una genuina extensión de la pareja y pierde por completo su identidad y personalidad. Ello es peligroso ya que puede haber un maltrato tanto físico como sensible y ser visto exactamente el mismo como algo normal.
Maltrato físico y psicológico
El poder que tiene la pareja sobre la persona dependiente puede provocar que se generen diferentes capítulos de maltrato físico y sensible. El riesgo de ello es que la parte sometida deja dicho abuso sin hacer nada a este respecto. Si ello ocurre es esencial acabar con la relación lo más pronto posible y solicitar ayuda a un buen profesional.
Es normal que la persona dependiente se distancie poquito a poco de su círculo social y se aisle por completo. Deja de tener contacto con los amigos y familiares y queda a la merced de la pareja. Lo que más llama la atención de esto es que tal aislamiento se va a generar de forma voluntaria, ya que para una persona dependiente el centro de todo es su pareja. Todo esto acarrea asimismo que la persona padezca asimismo una pérdida esencial de sus habilidades sociales.
Cambios esenciales en el estado de ánimo
Otro de los peligros de la dependencia sensible es el padecer cambios repentinos en el estado anímico. Es algo normal que la persona dependiente sufra capítulos esenciales de agobio o de ansiedad. Todo ello desemboca en sentimientos tan graves como la culpa o el temor. Se trata de algo plenamente contradictorio ya que dichos sentimientos vienen ocasionados por el género de relación en la que se halla mas por otro lado solo pueden tratados con la presencia de la pareja.
En terminante, una relación de pareja no se puede sostener en la dependencia sensible de una de las partes. La dependencia sensible es un rasgo propio de que la relación es plenamente tóxica. No se puede ni se debe permitir la dependencia en ningún género de relación. Una pareja debe fundamentarse en la equidad de las partes y en la presencia de valores como la confianza o el cariño mutuo. Una relación saludable es aquella que mira por el bienestar y por la dicha de la partes.