Sostenibilidad, solidaridad, y desarrollo económico van el día de hoy de la mano. No son polos opuestos.
Con esta idea fundacional, las emprendedoras catalanas, Ana y Vicky Ribalta, lanzaron al mercado la marca de alta cosmética anatómico RRRbiocosmetics, de producción ecológica y sostenible. Este proyecto se encuadrada en lo que conocemos como “economía circular” y queda bien definida en las 3 erres que encabezan la marca y que nos invitan a Reducir, Volver a usar y Reciclar.
La cadena de producción de estos productos cuenta con un eslabón muy importante: la Fundación Aspasim. Esta organización capacita y da empleo a jóvenes con diversidad intelectual y funcional. Esta Fundación efectúa las labores de clasificación de envases, higiene y reenvío a la embotelladora de los productos RRRbiocosmetics. Un trabajo que las hermanas Ribalta consideran clave. De ahí que definen a los miembros de la Fundación como los genuinos protagonistas de su proyecto.

RRRbiocosmetics y Fundación Aspasim: reciclar con más sentido
Los envases de esta joven marca son de aluminio reciclable y están libre de plástico. Su formato es de medio litro y diseño limpio. Merced a su reutilización, se reduce la huella de carbono en un noventa y seis%. Mas reducir el impacto ambiental no es lo único que motiva a Ana y a Vicky. “Cuando devuelves el envase, lo que pasa detrás emociona”, afirman.
Los recipientes vacíos se llevan desde las tiendas a la Fundación Aspasim para el proceso de higienización y reutilización. “Un conjunto de personas fantásticas, personas con contrariedades graves para comunicarse aprenden a trabajar en equipo, a observar pausadamente, a secuenciar labores, clasificar los envases que se pueden reciclar y los que no, practican psicomotricidad fina y gruesa con el lavado industrial de los envases, clasifican por colores, se asisten entre ellos para eludir y corregir los fallos, aprenden a contar y a articular un trabajo.»
«Todo esto pasa cuando consumes RRRbiocosmetics y devuelves la botella”, explica, Ana Ribalta.
“De hecho, las acciones de solidaridad empresarial son una forma por medio de la que las compañías devuelven a la sociedad una parte del beneficio que han obtenido. O sea, no solo están allá para vender y conseguir beneficios; su papel, ante todo, es contribuir a la sociedad y fomentar un comercio justo sustentable.”, concluye Ana Ribalta.
Por su parte en la Fundación, todos saben que dar un nuevo empleo a los envases es la opción mejor para el planeta y que cada aporte personal, cada grano de arena ciudadano es preciso y va a ser aún más apreciado en el futuro.