A menudo oímos charlar de reflejos, mechas, balayage, melting… esta última la he conocido hace poco, según lo que parece es la que acostumbra a llevar Paloma Cuevas… misma me pierdo entre diferentes técnicas de color para el pelo. De ahí que me ha semejado interesante hacer un repaso de ellas y que los especialistas de Pelo Experience nos cuenten exactamente en qué consiste cada una de ellas.
Balayage: un éxito acertado
“Son ya un tradicional que no pasa de tendencia y con ellas logramos un resultado atrevido. Se identifican por el trabajo a mano alzada, creando reflejos de forma irregular y con efecto raíz. El color aparece de medios a puntas y eso es lo que las ha transformado en populares: su bajo mantenimiento y sus altos resultados. Con las balayage podemos destacar nuestro semblante, jugando con la zona en la que aplicamos los reflejos y dándole una mayor sensación de movimiento.”, asegura Charo García de Ilitia Beauty & Science desde Balmaseda (Bizkaia).
Foilayage: melena multidimensional
“Son la evolución de las balayage. El resultado es muy natural, algo que tiene en común con la mayor parte de las técnicas, y su diferencia está en el modo perfecto de aplicación, en las que se combina la aplicación manual y las láminas de aluminio solo en ciertas zonas, aquellas en las que deseamos acentuar la luz, por norma general cerca del semblante. De esta forma se consigue una transición considerablemente más fluida y prácticamente inapreciable. Lo que logramos es una melena con mucha profundidad y dimensión, de ahí que es ideal para un pelo apagado o bien con poco cuerpo. Esta técnica es la más conveniente para las morenas.”, comenta Raquel Saiz desde Torrelavega (Cantabria).
Babylights: recobrando el tiempo
“Estas mechas procuran imitar los reflejos naturales y sutiles que el sol crea en las melenas infantiles. De ahí que son tan finas y se crean desde la raíz. Los tonos más claros, que pueden ser 2 o bien 3, se aplican a fin de que los mechones se mezclen entre sí. Lo que logramos es un contraste cromático, más obscuro y más claro, muy frágil que aporta dimensión y sensación de densidad, textura. De ahí que es en especial aconsejable para melenas finísimas o bien con poco cuerpo.”, explica Charo García desde Balmaseda (Bizkaia).
Melting: la magia de entremezclar color
“Esta técnica lo que logra es crear una transición gradual de color sin que se note dónde acaba un tono y donde empieza el otro. Se puede hacer hasta con 3 tonalidades, en raíz, medios y puntas, y conjuntarse con otras técnicas. De esta forma aporta naturalidad y considerablemente más cuerpo. Además de esto, si no existen muchas canas, el mantenimiento es considerablemente más fácil.”, asegura Rafael Bueno desde Málaga.
Como os afirmaba, esta es la técnica que lleva Paloma Grutas, conforme Vanity Fair
Pues nada, puesto que sabemos un tanto más de las técnicas de color, solo nos falta escoger la que más nos guste y buscar un lugar de confianza a fin de que nos las hagan ¿Cuál os agrada más?
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