Géneros de piel y su estado | Rutinas faciales

Tipos de piel y su estado | Rutinas faciales

Hace semanas comenzaba una breve Guía básica sobre Skincare para procurar asentar conceptos básicos y asistiros en la no simple labor de diseñar vuestra rutina.

Es indiscutible que el mercado producto cosmético vive su particular «boom», la cantidad de lanzamientos y productos es apabullante y ni que decir las tendencias cosméticas…por eso y tras el artículo Skincare ¿por dónde empiezo? el día de hoy charlamos de géneros de piel y sus necesidades.

Tipos de piel y necesidades

A la hora de buscar una rutina facial eficaz resulta prioritario conocer no solo nuestro género de piel sino más bien asimismo su estado y sus necesidades.

A grandes rasgos en dermocosmética clasificamos el género de piel conforme biotipos, atendiendo a sus propiedades de homeostasis y a las secreciones glandulares (sudor y sebo esencialmente) que forman el mantón hidrolipídico de la piel. Sin embargo se deben tener asimismo en cuenta factores genéticos y ambientales que pueden alterar substancialmente las peculiaridades de la piel.

A principios del siglo veinte Helena Rubinstein clasificó en cuatro los modelos de piel: seca, grasa, mixta y sensible. No obstante el paso de los años y los avances científicos han tolerado valorar otros aspectos del mismo modo esenciales en el momento de tratar nuestra piel como son la pigmentación, la elasticidad, la sensibilidad…digamos que esta clasificación se creó desde determinado punto de vista comercial para facilitar la atención al usuario y a rasgos generales prosigue siendo práctica en la actualidad, sin embargo deficiente.

Entonces….¿nos olvidamos de piel mixta, grasa…?

NO. En función de las secreciones que nuestra piel genera podemos clasificar una  piel como normal, mixta, grasa o bien seca no obstante es igualmente esencial tomar en consideración otras peculiaridades como su estado en lo que se refiere a hidratación, sensibilidad, pigmentación…factores que pueden ir mudando basándonos en factores genéticos, hormonales, climatológicos…bien de forma temporal o bien permanente.

Comercialmente proseguiremos hablando de piel mixta, grasa….y en el momento de encarar la elección de productos nos proseguirá siendo útil esta clasificación -por lo menos esa es mi percepción- no obstante para optimar nuestras rutinas precisamos algo más.

Pero vayamos por orden y ejemplifiquemos con una breve guía los modelos de piel y sus necesidades:

PIEL NORMAL O bien EUDÉRMICA – Es una piel equilibrada en hidratación y producción de sebo caracterizada por una textura regular, poros finos, buen tono general y ausencia de imperfecciones. Una piel sin grandes inconvenientes mas no por esta razón deja de precisar una rutina de cuidados básica: limpieza y también hidratación.

¿Conocéis muchas pieles normales? Yo no la verdad…normalmente este género de piel corresponde a pieles muy jóvenes o bien bebés.

PIEL GRASA- Se caracteriza pues sus glándulas generan grasa en demasía y presenta poros dilatados, brillos y tendencia a las imperfecciones (acne, comedones, puntos negros…). Acostumbra a tratarse de una piel gruesa y apagada.

Fundamental en este género de piel ser incesantes con la limpieza y decantarse por productos que asistan a supervisar ese exceso de sebo sin deslipidizar la barrera cutánea. No abusar de rutinas oil free ni matificantes.

Y sí, las pieles grasas asimismo precisan hidratación, lo esencial es dar con la textura ideal y decantarse por ingredientes no oclusivos ni comedogénicos.

PIEL SECA O bien ALÍPICA- Es una piel fina, poco flexible con escasa producción de sebo, por esta razón acostumbra a presentar un aspecto mate y sensación de tirantez e inclusive irritación. Acostumbran a ser pieles sensibles.

Este género de piel requiere un limpiador suave, sin jabón, que no reseque tipo linimento o bien leche y una hidratante fundente y nutritiva que consiga compensar la falta de lípidos y calme la tirantez.

La piel generalmente se marcha volviendo más seca con la edad debido a la minoración en la producción de lípidos y a la pérdida de agua.

PIEL MIXTA- En este género de piel convergen las 2 citadas previamente. Es una piel con necesidades muy, muy diferentes conforme la zona, frecuentemente la zona T más grasa con poros más dilatados y las mejillas y demás zonas del semblante normales o bien con tendencia seca.

Esta clasificación es la más frecuente, la enorme mayoría respondemos a una piel mixta y la explicación es fácil. Nuestro semblante tiene más glándulas sebáceas en la zona T, en consecuencia nuestros poros pueden estar más marcados, podemos tener puntos negros…etc.

A partir de esta clasificación más básica Baumann amplió los modelos de piel hasta un total de dieciseis, este sistema está recogido en el libro «The skin type Solution» y podéis consultarlo en esta web. Una parte de una clasificación conforme cuatro factores de piel: Seca o bien Grasa, Pigmentada o bien no pigmentada, Sensible o bien Resistente y Flexible o bien Arrugada hasta llegar a un total de dieciseis géneros de combinaciones diferentes.

Una vez claro nuestro género de piel es igualmente esencial conocer su estado y características, aspectos que pueden cambiar sensiblemente durante nuestra vida y pueden estar ciertos por muchos factores: genéticos, hormonales, climatológicos…debemos de tomar en consideración su grado de sensibilidad, hidratación, pigmentación, presencia de arrugas, rojeces…siendo los más frecuentes la piel sensible o bien la piel desecada que pueden afectar de forma indistinta a cualquier género de piel así sea seca o bien grasa por poner un ejemplo.

Factores para identificar nuestro género de piel

    • HIDRATACIÓN: La capa externa de nuestra piel es la responsable de retener la hidratación y generar sebo, en función de su estado podemos charlar de una piel Seca (Dry): una piel que se siente tirante, sin brillo y en ocasiones con pequeñas zonas escamadas o de una piel que, al contrario tiende a relucir con sencillez y exceso, una piel grasa/oily (O bien).
    • SENSIBILIDAD: Hablamos de piel sensible (S) o bien Resistente (R). Una piel sensible (S) va a poder ser identificada si presenta rubicundeces, acne, rosácea… es por consiguiente una piel que presenta una barrera menos resistente y una mayor contestación inflamatoria, es una piel más frágil . No obstante, vamos a hablar de una piel resistente (R) cuando la capa externa de la piel se halle en mejor estado,  padecerá menos perturbaciones y pocas veces reaccionará a algún producto (salvo ante alergias o bien casos muy puntuales).
    • PIGMENTACIÓN: este es muy simple, vamos a hablar de pieles pigmentadas (P) cuando estas tengan tendencia a generar máculas, así sean postinflamatorias o bien por máculas solares, pecas, etc. Al contrario, vamos a hablar de pieles no pigmentadas (N).
    • ARRUGAS: Por último, vamos a hablar de pieles que tengan más predisposición a tener arrugas (aun de forma prematura, independientemente de su edad): arrugada/wrinkled (W) y de las que no tienen arrugas o bien tienen menos probabilidades de tenerlas: estirada/tight (T).

El estado de nuestra piel puede ser terminante en el momento de valorar qué rutina precisamos mas ¿qué tratamos primero? Lo frecuente es toparnos pieles con más de una preocupación véase la mía: piel mixta/seca, sensible y fina con tendencia a la deshidratación, con tantos frentes abiertos ¿qué problema/necesidad priorizo en mis rutinas?

    • Sensibilidad. Indudablemente la primera cosa que debe preocuparnos independientemente de nuestro género de piel, singularmente pieles reactivas, atópicas, con rosácea, cuperosis…son pieles más débiles y por esta razón requieren singular cuidado. Si vuestra piel es sensible, priorizad este aspecto sobre todas las cosas y asistir a un dermatólogo.
    • Deshidratación. Probablemente un alto % de las que me esteís leyendo tengáis la piel desecada fruto de rutinas inapropiadas o bien factores externos como puede ser el tiempo. Una piel desecada es una piel apagada, grisácea que aun padece de acne o bien brillos como contestación a esa falta de hidratación, en un mecanismo de defensa que nuestra piel intente compensarse produciendo más sebo. Una piel bien hidratada es una piel en mejores condiciones para hacer en frente de los agentes externos, por esta razón es un factor esencial a tomar en consideración.
    • Acné. Un inconveniente ni muchísimo menos limitado a la pubescencia, poco a poco más el acne adulto es uno de los primordiales quebraderos de cabeza de las mujeres y puede deberse a múltiples factores: hormonales, agobio. alimentarios…Es esencial conocer el origen de ese acne para conseguir dar con un tratamiento conveniente.
    • Hiperpigmentación. Se debe a un exceso en la producción de melanina que produce máculas oscuras. Y en este tema particularmente os digo que la cosmética llega hasta donde llega, hay activos que resultan muy eficaces tratando máculas mas en una buena parte de los casos la solución es asistir al dermatólogo y valorar opciones médicas tipo IPL, Radiofrecuencia, peelings profesionales …etc.

En conclusión, no os quedéis solamente con la etiqueta «piel mixta o bien grasa» ni tampoco en vuestra edad, ir más allí si deseáis optimar vuestras rutinas y conseguir resultados reales. Aspectos  como el tiempo en el que vivimos, las medicaciones que tomamos o bien nuestro ritmo de vida influyen enormemente en el estado de nuestra piel, de ahí que siempre y en todo momento os insisto que absolutamente nadie como vosotr@s para valorar verdaderamente qué precisa.

La industria cosmética ha impuesto muchos mitos que condicionan rutinas absolutamente equivocadas o bien tendencias sin ningún sentido mas poquito a poco se marchan superando!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *