La sostenibilidad es parte integrante de la agenda ‘política’ de prácticamente toda marca del segundo milenio. Hoy, Babaria y conjunto Pierre Fabre dan un paso más en esta dirección apostando por reciclar sus envases.
No hay nada que impacte menos en el medio ambiente que la segunda mano. De eso van las conocidas 3Rs que conforman la sostenibilidad: reducir, reciclar y reutilizar.
La propuesta de Babaria aporta sostenibilidad al entorno y a los hogares. Bajo el leimotiv “cuidarse no cuesta tanto”, la marca lanza un nuevo formato que desea contribuir de manera directa a reducir el impacto medioambiental. ¡Y al ahorro de los usuarios!
A partir de ahora, cuando desees restituir un producto de Babaria, sencillamente deberás adquirir la recarga (refill, en inglés) y rellenarlo tan ricamente mientras que entonas tu rola preferida (que, quién sabe, tal vez sea la Sesión 53 de Bizarrap). Con esta acción, se logra disminuir un ochenta y dos% los restos plásticos en comparación con la crema estándar. A su vez, se reduce un cuarenta y cinco% la huella de carbono y se minimiza el uso de cartón en un ochenta y cuatro% en el packaging. Además de esto, el mínimo cartón indispensable que se emplea cuenta con la certificación PEFC (Proyecto de Reforestación Sustentable).
Recarga crema facial antiarrugas Rosa Mosqueta de Babaria. PVP: cuatro con diez euros.
En exactamente la misma línea profundiza el conjunto Pierre Fabre, en cuya cocina nacen marcas de farmacia tan queridas, conocidas y utilizadas como A-Derma, Ducray y Klorane. Con la premisa de producir cero restos, la marca ha concebido un sistema de venta al peso que deja rellenar la botella del producto acabado fetiche tan pronto como se desee.
De instante, en España se prueba solamente para ciertos productos Pierre Fabre en la Farmacia Gracia Nova, en Barcelona, mas pronto va a llegar a otras farmacias de confianza.
Bienvenida a la era de la eco-responsabilidad en la que marcas y usuarios se dan la mano para resguardar el planeta.