«No soy crítico de música, mi musicóloga, ni diplomada en Historia o en Psicología; tampoco toco instrumento alguno y mucho menos canto bien o regular, y, ni de broma, intento pasar por escritora. Sencillamente soy una persona que un día de dos mil nueve tomé la firme resolución de hacer de mi vocación una profesión». Con estas palabras, la fotógrafa madrileña Almudena Alfaro introduce al lector en «Manos que suenan» un libro de fotografías en blanco y negro que, con la música tradicional de España del siglo veintiuno como telón de fondo y las manos de quienes la hacen posible como protagonistas, nos adentra en las distintas profesiones que giran en torno a Ia escena musical española.
Unas hermosas instantáneas en blanco y negro, que, acompañadas de unos textos en primera persona en los que la autora narra de qué manera fue el encuentro con los personajes que ocupan sus páginas y que misma considera «anécdotas, experiencias y sobre todo aprendizajes en torno al planeta de la música» nos aproximan de una forma intima y personal al cosmos creativo de sus autores.
De esta forma, «Manos que suenan» reúne a diferentes profesionales que, con sus manos como hilo conductor, nos dan a conocer ya no solo a los músicos que el espectador ve sobre el escenario si no a todos y cada uno de los que están detrás de él y hacen posible, en suma, que la música sea música. Así, músicos, directivos, e intérpretes comparten estrellato con maestros organeros o guitarreros, afinadores, constructores de claves o transportistas de pianos y como es natural iluminadores, escenógrafos o diseñadores de vestuarios. Mas, estas manos no se quedan acá ya que, si no existiesen las figuras de los representantes artísticos, críticos musicales, productores o divulgadores cualquier obra musical se quedaría en un mero sueño y no llegaría a transformarse en una realidad. Almudena Alfaro recoge puesto que estas y otras muchas profesiones que, unidas unas a otras, han hecho de la música tradicional de España una de las más fecundas y valoradas del panorama musical a nivel del mundo.
Sin duda, un bello viaje al corazón de la música tradicional de España del siglo veintiuno captado de una forma única por Alfaro a lo largo de 4 años de forma plenamente natural y sin posado alguno y que, como cuenta en el prólogo el crítico musical Arturo Reverter, «Manos que suenan» supone un relato y un retrato único de «los habitantes que con su presencia y actividad, van dando forma y sentido a una industria que nace de sus manos, real, y metafóricamente».