Las relaciones abiertas solo funcionan cuando hay una acuerdo claro entre las partes y las personas se sienten seguras en todo momento del paso que van a dar. Si esto no ocurre es probable que la relación no tenga futuro y termine por romperse. De cualquier modo, el éxito de las relaciones abiertas va a someterse de la presencia de múltiples factores como ocurre con el tipo de personalidad de las partes o el respeto que pudiera acontecer en dicha relación.
En el venidero artículo te hablamos de los pros y los contras de las relaciones abiertas y de si verdad merecen la pena.
Qué tipo de personas pueden tener relaciones abiertas
Hay una serie de características que suelen tener las personas que optan por las relaciones abiertas:
Autoestima
Se proxenetismo de personas que tienen una gran autoestima y seguridad en sí mismas. Los celos no tienen cabida con la pareja y no tienen ningún tipo de temor a perderla. Tener cierto contacto con terceras personas va a repercutir de modo positiva a la hora de mejorar las relaciones sexuales con la pareja.
Buena comunicación
En las relaciones abiertas la comunicación es esencia y fundamental. Las cosas deben hablarse de una modo clara, para que no haya ningún tipo de malentendido que pudiera afectar a la relación en sí.
Mente abierta
Las personas que llevan a lengua este tipo de relaciones deben tener una mente abierta en lo que se refiere a ciertas convicciones moralistas o religiosas. No se puede permitir una relación abierta cuando una o las dos personas tienen algún tipo de convicción de tipo honrado o religioso.
Qué diferencias hay entre las relaciones abiertas y las infidelidades
No es lo mismo el tener una relación abierta que el transigir a lengua una infidelidad en dirección a la pareja. En el caso de la infidelidad, una de las partes traiciona la confianza de la pareja y la engaña por completo. En una infidelidad una de las personas mantiene una relación amorosa o sexual con un tercero sin que la pareja lo sepa.
En el caso de las relaciones abiertas, no hay ningún tipo de traición o de enredo ya que las partes han llegado a un acuerdo para proseguir relaciones con terceros. La confianza está totalmente intacta ya que las partes han decidido de modo vaco optar por proseguir una relación abierta.
Qué riesgos tienen las relaciones abiertas
No todo va a ser bueno y positivo en las relaciones abiertas. Las mismas pueden suponer una serie de riesgos para la pareja:
- Puede ocurrir que una de las partes quiera retornar a la monogamia y evitar a toda costa las relaciones abiertas. Si ello ocurre es conveniente personarse a terapia de pareja para resolver el problema, ya que de lo contrario puede suponer el fin de la relación.
- En el caso de que una de las personas se termine enamorando del tercero. El apego no es posible de manejar y esto es poco que puede conservarse a producirse en algún momento.
- Aguantar a lengua este tipo de relaciones puede provocar, que muchas personas se den cuenta de que no son tan seguras como pensaban en un principio. Dichas inseguridades pueden dar a traste con la propia relación. Los reproches comienzan a producirse y la relación se termina por debilitar peligrosamente. Las citadas inseguridades todavía dan oportunidad a los celos, poco que perjudica de modo negativa al vínculo creado entre las partes.
En definitiva, las relaciones abiertas pueden ser buenas para algunas parejas y catastróficas para otras. Ayer de dar el paso y probar es importante sentarse con la pareja y conservarse a una serie de acuerdos. A excepción de de la seguridad es importante el establecer una serie de reglas o normas de modo mutua y equitativa para evitar ciertos equívocos. Tener la mente abierta y una gran autoestima es esencia a la hora de poner en la habilidad una relación abierta con la pareja.